Nuestras crisis existenciales vienen a pararnos en seco y reflexionar haciendonos preguntas existenciales.,
Llegas a cierta edad de tu vida y te das cuenta de que lo que estás viviendo no es del todo lo que quisieras, pero peor aún, ni si quiera estás cerca de lo que te gustaría hacer, o estar…
Es algo así como una «crisis existencial». ¿te has sentido en algún momento o varios momentos en crisis como para incluso saltar porque no sabes qué hacer?
Nuestras Preguntas Existenciales…..
«¿cuál es el sentido de mi vida?»
«¿por qué nunca soy feliz?»
«¿para qué vivo?»
«¿qué hago yo en este mundo?»
«¿qué haré con mi vida?»
«¿existe vida después de la muerte?»
«¿de qué sirve la vida si todos vamos a morir?».
Cuando se tiene nuestra vida en sombra hay que descubrir por qué no hay luz en mitad de esas tinieblas. Así, es necesario encontrar las formas de salir de esa crisis existencial y auto-motivarse cuando la apatía y las ganas de no hacer nada están atacando demasiado a tu vida.
Algunas de estas razones
Ese miedo al futuro, y te cuesta la evolución personal.
Ese cambio te da miedo.
Esa falta de confianza en ti mismo y no quieres salir de la zona de confort
Piensas que no eres capaz porque te infravaloras…
Revisa tus habitos, ¿ descansas bien últimamente? ¿Te nutres saludablemente? Agradece como cuidas tu cuerpo, porque su cuidado es fundamental para que te sientas mejor contigo mismo y con el mundo que te rodea.

Habitos fundamentales para tu vida…
Reinventate hazte de nuevo,si tu cambio necesita que tienes que dejar cosas,personas,cambios,trabajos, adelante hazlo..
No hagas caso de lo que la sociedad te ha impuesto con esas creencias que no te sirven…
Pasa a la acción……crea el personaje hasta que lo creas, crea tu vida desde cero.
Evaluar cada cierto tiempo ese nuevo cambio.
Ser perseverante es la clave del éxito, en cualquier aspecto de la vida

De veras perseveras
Las respuestas debemos buscarlas parandonos a reflexionar dentro de nosotros. Sin embargo a veces ni siquiera hacemos las preguntas correctas, o no nos las planteamos. Y de estas preguntas sólo puede salir crecimiento, aunque el principio cause desconcierto y malestar. Porque nuestras soluciones sólo surgen cuando hay problemas.
Y si dejamos de abrir esa puerta a cosas innecesarias y empezamos a quitarnos las zancadillas que nos empeñamos en ponernos cada vez que se difuminan nuestros límites.
Y los descubrimientos se dan cuando vamos más allá. Más allá de nosotros mismos.
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