«Cada acción, pensamiento o intención es como un boomerang»
Si quieres que te de verdad te escuche, no me grites. Si buscas mi respeto, primero, debes tratarme con consideración. Porque si de verdad no te gustan los efectos no debes provocar las causas, y aunque no lo creas, a menudo, lo que uno siembra es lo que más tarde cosecha lo piensas o lo crees.
Es probable que estas asociaciones de ideas nos recuerden un poco a esa visión conductista donde todo estímulo trae una asociada una consecuencia. No hace falta llegar a tal extremo, pero en cierto modo, todos disponemos en nuestro interior de un sutil equilibrio, donde cualquier pensamiento ocasiona una reacción.
Cada persona podemos creer o no en las casualidades. Dejar espacio a lo imprevisto, a lo improbable y a lo mágico siempre reconforta al corazón. Sin embargo, es necesario asumir que las “causalidades” existen y nos determinan en muchos casos.
Puesto que la vida es un aprendizaje continuo debemos permitirnos ser humildes alumnos para entender que una acción, siempre trae asociada una consecuencia. Que las palabras tienen el poder de herir o sanar. Que un pensamiento genera un tipo de emoción y esta, a su vez, puede ayudarnos a ver el mundo de un modo u otro.
«El karma no tiene menu te servira lo que mereces»
Es pues responsabilidad de cada uno de nosotros, intentar prever qué efectos pueden tener cada uno de nuestros actos: debemos tener esa reflexión e, intuición.
Ir más despacio, detenernos. Cada vez que vaya a salir una palabra de nuestra boca, analizar primero qué efectos puede causar. Pararnos y apagar ese ruido mental habitado por actitudes limitantes e inseguridades. Reformular nuestros pensamientos con nuevas energías, fuerzas y afectos para conseguir que nuestra realidad también cambie.
A veces, las cosas más pequeñas dan forma a cantidades ingentes de felicidad, y todo, absolutamente todo, puede empezar con un simple pensamiento. Solo depende de cada uno de nosotros.
“Si quieres conocer tu presente mira tú pasado: porque ese es el resultado. Ahora bien, si quieres conocer tu futuro atiende tu presente, porque ahí estará la causa”.
-Buda