» Las personas a las que atraes a tu vida,reflejan las creencias que sostienes”.

Te preguntaras qué son las creencias? De forma fácil son juicios y evaluaciones sobre cada uno de  nosotros, los demás y el mundo donde estamos.

También son esos marcos que delimitan nuestras acciones y nuestras decisiones. En función de cómo pensemos sobre algo, así actuaremos y así obtendremos unos resultados determinados.

Nuestras creencias dan forma y afectan de manera directa a nuestro nivel de inteligencia, salud, relaciones y, por supuesto, de felicidad y éxito personal.

Si queremos alcanzar la excelencia, el primer paso tiene que empezar por detectar cuáles serán las creencias que nos ayudarán a conseguir nuestro objetivo.

 

El éxito atrae al éxito y el fracaso atrae al fracaso

Imagínate que creemos que no podemos lograr un hecho o acción determinados. Damos un ejemplo a nivel deportivo: Si competimos con otra persona, al cual creo que no tengo posibilidades de ganar, con ese pensamiento en tu mente,Tu que crees que va a suceder….

Esas preguntas que tu mente subconsciente te hace a ti a nivel interno:

¿Qué capacidades estaré dispuesto a utilizar durante la competición? ¿Rendiré a mi máximo potencial? La verdad es que no utilizaré todo mi potencial ni todas mis capacidades ya que me digo a mi mismo que mis opciones de ganar son escasas o nulas.

Con esta misma perspectiva, ¿qué tipo de acciones y comportamientos tomaré? ¿Serán acciones que demostrarán mis capacidades verdaderas? ¿Reflejarán quién soy yo como deportista? ¿O más bien serán sólo una sombra de quién soy?

Si sé que no voy a ganar, ¿para qué movilizar todos mis recursos y potencial? ¿Para qué realizar un gran esfuerzo para nada? Al final, esta manera de pensar nos lleva a utilizar tan sólo una mínima parte de nuestras capacidades y las acciones que hacemos carecen de solidez, seguridad y consistencia.

Con esta perspectiva, ¿Qué resultados puedo esperar? Seguramente malos o lo siguiente malisimos….. Y estos resultados que consideraremos “malos”, a su vez, reforzarán nuestra creencia de que no teníamos ninguna opción de derrotar a nuestro rival.

Así es cómo funciona las creencias en el ser humano. Creemos que las cosas son de una determinada manera y en función de ello movilizamos nuestro potencial, tomamos nuestras acciones y obtenemos unos resultados, que vuelven a reforzar nuestras creencias,sean buenas o malas.

Imagínate ahora que estas delante de una situación donde creemos a ciencia cierta que triunfaremos.

¿Cuánto de nuestro potencial estaremos dispuestos a utilizar? ¡Todo! En función de esto, ¿qué acciones llevaremos a cabo? ¡Seguramente nuestra confianza y fe serán únicas!

Nuestro estado de ánimo es alto, estamos llenos de energía. Al dedicar un gran esfuerzo, ¿qué resultados obtendremos? Es más que probable que sean bastante buenos. Y, ¿cómo influirá esto en nuestras creencias de volver a lograr éxito en el futuro?

También hay que decir que, por si solas, las creencias positivas no garantizan el éxito, pero sí que nos colocan en mejor disposición para lograrlo.

La historia está llena de ejemplos de personas que perseveraron, que mantuvieron la fe y que movilizaron todas sus capacidades y talentos para realizar las acciones que les llevaron a lograr los resultados que perseguían, a pesar de las contrariedades.

Si las creencias que tienes no te sirven o no te potencian, está en tus manos el cambiarlas por otras que sí lo hagan.